jueves, 24 de marzo de 2011

LA SILLA, LA IDEA Y LA CASA GRANDE     Se sancionaba el Código Fiscal del año 1960 y en un artículo perdido, el 250º se consagraba el "Premio Estímulo", un porcentaje de la recaudación para los trabajadores de Rentas y Catastro. Pero había que reglamentarlo y llevarlo a la práctica. Se reunen algunos empleados. El más joven viene de una audiencia con otros con el Ministro de Economía de entonces.   El joven de 25 años, se llama Fotios Cunturis. Se para en una SILLA. Vive en Berisso, su padre era ordenanza en el Ministerio y tiene ascendencia griega. Estilo helénico, barricada berissense.Está parado en la silla. No parece dudar ni temblar, tampoco grita. Está naciendo el perfil de A.E.R.I. Les habla a sus compañeros. El premio está cerca. Hay que ir por mas. Un SINDICATO para todos. Lo escucha firme Rafael Vicens, con carpetas y proyectos, quizás de autarquías, en su mano. Cruzado de brazos Dante Franz escruta la reacción de sus compañeros. Alberto Ramirez, esconde su mirada conservadora en sus anteojos negros, la empieza a dejar de lado por la IDEA de una organización sindical propia, a la que se consagrará con cuerpo y alma en los años que seguirán. NO SOLO FOTIOS SE SOSTIENE EN LA SILLA, SINO LA IDEA TODAVIA PEREGRINA DE TENER UNA ORGANIZACION SINDICAL Y UNA OBRA SOCIAL PROPIA, EXCLUSIVA Y ESPECIFICA. En un año va a parir la idea en el Teatro Lozano.


El nuevo edificio de A.E.R.I.  Cincuenta años de historia y de esfuerzo en esa obra tan hermosa y elegante para todos sus afiliados. Es nuestra CASA GRANDE. Dos blocks de tres pisos cada uno, un patio central para ventilación e iluminación. Salones de uso múltiple. Oficinas. Consultorios LA CASA GRANDE como aquella película de don Luis Sandrini en los años 50. De ese tiempos vienen los sueños, para convertirse en realidad, en obras, en servicio para nuestra familia. La pequeña gran familia de nuestra A.E.R.I.   LA CASA GRANDE  

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